En el año 2017 finaliza el Procedimiento de Regularización Catastral, que tiene como objetivo la incorporación en catastro de todas las obras que no han sido declaradas por los contribuyentes. De los 8.114 Ayuntamientos que hay en España, más de 4.300 ya han regularizado su inmuebles. Han sido actualizadas 1,7 millones de edificaciones, incrementando la recaudación del IBI en 1.254 millones de euros.
El procedimiento de regularización catastral se planificó para incorporar al Catastro los bienes inmuebles urbanos y rústicos con construcción. Ha servido para sacar a la luz muchas construcciones, ampliaciones, rehabilitaciones o reformas no declaradas por las que, hasta ahora, sus propietarios no pagaban impuestos. En este sentido, la medida sirvió para luchar contra el fraude inmobiliario.